Inocencia
Nunca supe que el jardín era algo así, niños correteando por ahí. La maestra diciendo “no se porten así”. Pero alguien había, nadie lo sabía, estaba enamorado de tí. Cuando quise acercarme, no pude aguantarme y la mano te tendí, caminemos y juguemos te pedí. No quiero esperar, el fin de semana va a comenzar y contigo no voy a estar. Que elegante ves, no se sí te veré después. Sólo quiero contemplarte, sé que entendés. Hoy, descanso para verte cuando te deja tu mamá. Siento el mundo es de los dos y todo es real. Nadie ríe en mi habitación. Sólo espero volver a empezar, para verte con tus rizos andar El jardín es un perfecto lugar, para que esto se haga realidad. Hoy, muy feliz me acerqué, no fue como ayer. Con miedos te invité a casa a tomar el té. Me miraste con tus hermosos ojos. Me dijiste: “yo sólo quiero jugar”… ©Marcos A. Robledo 2011